miércoles, 22 de mayo de 2013

Mapeo no invasivo localiza los centros del lenguaje antes de una cirugía.

(Fuente: Tumblr.com)



Un estudio publicado en la edición de abril de la revista oficial del Congreso de Neurocirujanos (revista publicada por Lippincott Williams & Wilkins) ha publicado una nueva técnica de imagen por resonancia magnética funcional (IRMf), la cual trata de una herramienta no invasiva que puede ayudar a los neurocirujanos a localizar de manera precisa las zonas críticas del cerebro antes de una cirugía.

La IRMf puede localizar con fiabilidad las áreas importantes del lenguaje en el cerebro que son el área de Broca y el área de Wernicke en personas sanas, así como pacientes que requieren cirugía, según la nueva investigación del Dr. M. Genetti y colegas del Hospital Universitario de Ginebra, Suiza.

Función de la fMRI en el Mapeo Cerebral.

La IRMf puede mostrar la actividad cerebral en respuesta a estímulos auditivos (a comparación de la  Resonancia Magnética convencional que sólo muestra la anatomía del cerebro). Este mapeo cerebral proporciona información precisa sobre las áreas importantes del cerebro que regulan el habla así como su ubicación y función en pacientes previos a una cirugía de aneurisma intracraneal o tumor.

El enfoque estándar del mapeo cerebral es la estimulación electrocortical directa (ECS) la cual “graba” la actividad del cerebro por medio de electrodos colocados en la superficie del cerebro. Sin embargo, esta técnica requiere varias horas de pruebas y puede no ser aplicable en todos los pacientes. Estudios previos han comparado las técnicas de IRMf con ECS, pero principalmente para la determinación del lado de la función del lenguaje (lateralización) en lugar de la ubicación precisa (localización).

La IRMf fue desarrollada y evaluada en 28 voluntarios sanos y en 35 pacientes sometidos a cirugía de aneurismas, tumores cerebrales o epilepsia. La prueba requirió  de ocho minutos en los cuales cada paciente escuchaba una serie frases con y sin sentido.

Se obtuvieron imágenes de la IRMf para localizar las áreas del cerebro activadas por el estímulo auditivo, las áreas activadas se iluminaban, lo que reflejó el aumento de oxigenación en esas áreas. Un subgrupo de pacientes también se sometió a ECS, y los resultados se compararon con la IRMf.

Con base en los resultados a los estímulos auditivos, la IRMf mostró activación de las áreas del lenguaje anterior y posterior del cerebro en aproximadamente el 90% de los pacientes sujetos a neurocirugía, así como en los voluntarios sanos. La activación de la IRMf fue más débil y las áreas activadas fueron más dispersas en el grupo de pacientes sujetos a neurocirugía en contraste con los voluntarios sanos. Estas diferencias pueden reflejar adaptaciones cerebrales a los tumores, aneurismas o epilepsia.

Cinco de los pacientes con epilepsia también se sometieron a ECS usando electrodos cerebrales, cuyos resultados son concordantes con los hallazgos de resonancia magnética funcional. Dos pacientes tuvieron problemas temporales con la función del lenguaje después de la cirugía. En ambos casos, los déficits estaban relacionados con la cirugía o complicaciones (sangrado) en el área del lenguaje localizados por IRMf.

El mapeo cerebral es importante para la planificación de los procedimientos en neurocirugías complejas. Este mapeo le proporciona una “guía” al neurocirujano para navegar de forma segura en la zona afectada a tratar, evitando al mismo tiempo los daños a otras áreas importantes en el cerebro. Esta técnica ofrece una valiosa alternativa al mapeo cerebral comparado con el tiempo que lleva realizar una técnica de ECS, aunque se espera que este sea un eslabón para futuras técnicas más precisas que le confieran al neurocirujano un “mapa” más detallado de la zona a tratar.

Referencia.

Genetti M, Grouiller F, et al. Noninvasive Language Mapping in Patients With Epilepsy or Brain Tumors. Neurosurgery. 2013; 72(4): 555–65.

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